Arte
Puedo deciros con total seguridad que dentro de todos nosotros hay una selva que contiene un bosque en el que un pequeño jardín alberga un invernadero donde se cultivan pequeñas semillas particulares y únicas. Seguro que ya lo sabíais. Solo os lo estoy recordando.
Arte
El dibujo en Felipe es una actitud mental, su estilo es su carácter. Y en sus líneas vibrátiles y en sus deliciosas curvas habita una colonia de murmullos al oído, un bisbiseo de confidencias y noticias enigmáticas dichas en voz baja, sí, pero con un ligero enfebrecimiento del lenguaje, como si a su gramática privada le hubiera subido unas décimas la temperatura.
Felipe ha elaborado con meticulosidad de monje medieval un catálogo de imágenes florales que haría las delicias del más sibarita de los espíritus surrealistas. Al no romper las formas sino solamente alterar la lógica combinatoria ha conseguido crear nuevas armonías y relaciones que aun siendo extrañas consiguen mantener los equilibrios sin prescindir de la belleza. Y en esta alambicada ecuación encuentra el ojo su camino hacia la magia.
La tarea de Felipe como artista, hoy como ayer, sigue siendo cifrar la fantasía, dar carta de naturaleza al artificio y hacer de las asociaciones imprevistas una cosmogonía coherente, levantar un mundo otro, fuera del orden natural, construido a través de la sofisticación de la cultura. Un mundo bello y subversivo, perverso y refinado, un territorio para el arte.
Francisco L. González-Camaño.
Extracto del texto MAGIAE NATURALIS para la exposición “Sin parabenes” en la Galería Birimbao. Sevilla. 2013.

Dibujo
Es cierto que algunos árboles se tronchan por no haber sabido compensar el peso de sus ramas. Han tenido, quizás, demasiada sed de luz, y han tenido, quizás, demasiado viento azotándoles. Pero también es cierto que muchos de estos árboles caídos, rotos, son, quizás, los más hermosos cuando vuelven a brotar, cuando vuelven a intentarlo y se yerguen sobre su propio cadáver; una y otra vez.

Pintura
Debajo de tu vida hay más vida. La vida entera es dos veces vida; dos veces. En este dos no hay división de partes, no puede haberla. Como en el beso tampoco hay dos bocas, ni en el amor dos cuerpos. Algo misterioso emerge en este dos no separado. El dos no va después del uno. El dos es el uno jugando a repetirse en ti, en la flor, en el llanto de un niño pequeño buscando el abrazo después de caerse.
Testimonios
Algunas opiniones de las personas con las que he tenido el placer de trabajar

No soy yo quien dibuja
Este libro no es un poemario, ni un catálogo de dibujos. No hay que leerlo de principio a fin porque no tiene una trama lineal. Este libro, es de esos libros que puedes abrirlo por la página que quieras y ahí, justo ahí, encontrarás lo que necesitas leer ahora. Es un libro fractal que no se termina nunca porque sus significados crecen con tu mirada, la cual se actualiza a cada instante. Si “No soy yo quien dibuja”, ¿quién entonces? Aquel que lo sostenga entre sus manos o en su regazo.
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